Martes Santo 2008

El Martes Santo, diferentes Hermandades realizaron sus actos dentro de sus respectivas sedes canónicas.

Hermandad Nuestro Padre Jesús Nazareno

La Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno, a las 20’15 horas, celebró la segunda parte del Solemne Triduo en la capilla del Beato. La Eucaristía estuvo celebrada por el sacerdote D. Antonio Jesús Teruel Molina. Al finalizar el acto, los asistentes pudieron venerar la reliquia del Beato Andrés Hibernón.



Hermandad Santísimo Ecce Homo

A las 21’45 horas, la Hermandad del Santísimo Ecce Homo celebró una Eucaristía en sufragio por los difuntos de la Hermandad en la Iglesia de San José. La Eucaristía estuvo celebrada por el consiliario de la Hermandad D. Priscilio.
Después de la Eucaristía le impusieron al Ecce Homet su cetro, mediante la caña manto y corona de espinas. Seguidamente los cofrades de la Hermandad representaron el acto en que Pilato entrega a Jesús como Ecce Homo.
Poco después, en el interior de la Iglesia dio comienzo el Vía Crucis penitencia. Cada una de las Estaciones era leídas por diferentes miembros de la Hermandad. El acto fue seguido por los cofrades de la Hermandad y numerosos feligreses que le tiene mucha veneración al Santísimo Ecce Homo.


Hermandad del Cristo de la Buena Muerte

A las 22’30 horas, la Hermandad del Santísimo Cristo de la Buena Muerte daba comienzo sui acto con la imposición de la insignia de la Hermandad a D. Manuel Llorca Casasamper, quien sería el encargado de dirigir el Via Crucis del 2008. Seguidamente se procedió a la Solemne Bajada del Cristo en la parroquia de Cristo Rey. Lentamente diferentes cofrades de la Hermandad ataviados con sus vestas, bajaron al Cristo de la Buena Muerte que durante el tiempo litúrgico de Cuaresma preside el altar de la parroquia de Cristo Rey. Después en el interior del templo empezó el Vía Crucis Penitencial dirigido por D. Manuel Llorca Casasamper, mientras tres cofrades indicaban con una cruz la estación en la que se encontraba. En todo momento la imagen del Cristo de la Buena Muerte estuvo presente abajo del altar iluminado por cuatro faroles de la Hermandad. Numerosas personas entre cofrades y seguidores del de la Buena Muerte, lograron llenar la Iglesia Parroquial de Cristo Rey.
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